Asesoramiento fiscal para autónomos

En nuestro sistema fiscal el empresario individual, autónomo, se encuadra por regla general en un sistema simplificado pensado en principio para facilitar el cumplimiento de sus obligaciones tributarias. Ahora bien, la posibilidad de aplicación de estos regímenes de cálculo de la base imponible mediante datos objetivos, no implica que pueda descuidar su observancia puesto que su abandono puede acarrear graves consecuencias.

Existen una serie de limitaciones a la aplicación de los regímenes simplificados tanto por el volumen de actividad como por los mismos datos objetivos, que al menos anualmente deben ser objeto de revisión para confirmar la aplicación del régimen.

En estrecha colaboración con el cliente nuestro despacho asesora a múltiples empresarios individuales en el cumplimiento de sus obligaciones fiscales, analizando las particularidades de cada uno para lograr mejorar la  carga tributaria dentro del cumplimiento de la normativa legal.

Servicios del área fiscal

El Despacho presta asesoramiento en la formalización de los innumerables modelos de declaraciones tributarias que existen para cada uno de los impuestos.La presentación del modelo 100 de declaración anual del IRPF, el modelo 200 para el Impuesto sobre Sociedades, o el modelo 390 para la declaración anual del IVA y todos aquellos otros correspondientes a pagos fraccionados, retenciones, declaraciones informativas etc.
Dada la trascendencia de las actuaciones administrativas en materia fiscal, y especialmente las que se inician por la inspección tributaria conviene contar desde el principio de las mismas con el debido asesoramiento jurídico.El Despacho presta servicios de representación del contribuyente antes los órganos de gestión e inspección con el fin de aconsejar al cliente en todo momento sobre la trascendencia de dichas actuaciones.
La aplicación de los tributos, recargos y sanciones tributarias son reclamables en vía administrativa ante los órganos que los dictan y sus superiores jerárquicos, y una vez agotada la vía, ante los Tribunales Económico administrativos.Esta última reclamación se configura como un procedimiento intermedio entre la que se formula ante los propios órganos administrativos, y la jurisdicción contencioso-administrativa.Cuenta con sus correspondientes fases de alegaciones y prueba, por lo que aun no siendo preceptiva, es importante la intervención de un abogado especializado en la materia dadas sus particularidades.
Las disputas entre la administración tributaria y los contribuyentes se dirimen en última instancia ante la jurisdicción contencioso administrativa.El Despacho cuenta con Letrados con amplia experiencia en derecho procesal y tributario, y que garantizan por tanto la mejor defensa de los intereses del contribuyente.